lunes, 22 de abril de 2013

Curiosidades del Arte: La Capilla Sixtina y El Juicio Final. Miguel Ángel Buonarroti.



      Cuentan los historiadores del Arte que la realización de la Capilla Sixtina (los techos del 10 mayo de 1508 hasta el 31 de octubre de 1512, y el Juicio Final entre 1536 y 1541, por encargo de Paulo III) fue una especie de pacto que hizo Miguel Ángel con el Papa Julio II, (quien le encargó repintarla puesto que originalmente estaba pintada como un cielo azul con estrellas doradas) con la promesa de que sería el encargado de construir el mausoleo que daría refugio eterno a los restos del mismo Papa. Miguel Ángel rápidamente rechazó tal tarea, pues el trabajo era descomunal incluso para él, y sobre todo porque se consideraba escultor antes que pintor. A parte de la sospecha de que alguno de sus “rivales” hubiese aconsejado al Papa para concederle aquel proyecto para verlo fracasar.

      Pero la historia ya la conocemos. Finalmente no solo la acabó sino que lo encumbró eternamente, aunque murió con la pena de no poder realizar enteramente el proyecto que tenía en mente, y por el cual aceptó aquel trabajo inmenso, o sea, la tumba del Papa Julio II (que se quedó en una minucia comparada con la idea, bocetos y pensamientos que tenía en mente el Artista). Por ello mismo, se dice que en “venganza” por verse obligado a tan dura tarea, Miguel Ángel incorporó unos cuantos detalles en todo el techo y el Juicio Final que no acabaron de agradar a la Iglesia (amén de los que pasaron inadvertidos).


      Las siguientes fotografías muestran una parte de esa pequeña chispa de ingenio, sarcasmo y genio de un Artista irrepetible.


 

 San Bartolomé mostrando su piel desollada (en la que hay un autorretrato de Miguel Ángel) en El Juicio Final. Con este autorretrato Miguel Ángel nos muestra el estado de ánimo que le acompañó durante toda su realización, siendo evidente su desgana, y falta de pasión con el paso del tiempo sobre los andamios de la Capilla Sixtina, que acabó con la salud del Artista.


La Creación de Adán. En este pasaje bíblico que forma parte de los frescos del techo, Miguel Ángel nos muestra con mucha sutilidad sus conocimientos de anatomía humana, dejando clara cuál era su postura frente al escepticismo de la Iglesia sobre los avances que fueron la base de la corriente humanista del hombre del Renacimiento.
 




Escenas homosexuales en el Juicio Final situadas en la zona de los salvados. Gran muestra del genio inconfundible de Miguel Ángel.





Figura que según algunos historiadores representa a un judío. Colocado también en la parte de los salvados, este personaje se avergüenza de su estatus de salvado, y no es para menos, puesto que la Iglesia católica apostólica romana rechaza todo lo judío debido a que fueron, según las Sagradas Escrituras los culpables de la muerte de Jesucristo.

Daniele Ricciarelli, mejor conocido como Daniele da Volterra, fue un pintor y escultor manierista italiano. Se le recuerda por su asociación con la obra de Miguel Ángel. Muchas de las obras más importantes de Daniele se basaron en diseños realizados con tal propósito por Miguel Ángel. Tras su muerte, y siguiendo órdenes del papa Pío V, Daniele cubrió los genitales de El Juicio Final con vestimenta, lo que le ganó el nombre de «Il Braghettone». En la fotografía y en color rojo, los “calzones” que colocó encima de los frescos de Miguel Ángel.








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